
Por lo general, estos jóvenes llegan a los centros de Proyecto Hombre con diversas adicciones porque, al igual que los politoxicómanos, que combinan la adicción a diversas sustancias, éstos dependen de varios factores al mismo tiempo, explica Fernando del Río, responsable del centro que esta ONG tiene en Burgos.
Sólo en este centro, Proyecto Hombre trata las adicciones o "abusos", como matiza Fernando Ríos, de una treintena de chavales que tienen entre 12 y 21 años.
La mayoría de ellos comparten rasgos y comportamientos comunes como aislamiento, conflictos familiares, nerviosismo, ansiedad y fracaso escolar, principalmente.
Según Del Río, más que "adictos" son jóvenes que "abusan de las nuevas tecnologías" y aunque esta dependencia altera su comportamiento, tiene "menor intensidad" que la adicción a la droga.
Además, aproximadamente el 60 por ciento de los jóvenes que reciben tratamiento en el centro burgalés de Proyecto Hombre combinan el abuso de las nuevas tecnologías y del móvil con la adicción a consumos de fin de semana (alcohol y drogas), porque en todos ellos subyacen "problemas más graves". Leer Mas.
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